Es muy posible que, si estás leyendo nuestro blog, ya sepas de la importancia de la disciplina. Tal vez seas una persona exitosa. Pero pregúntate a ti mismo cómo haces cuando quieres introducir un cambio o una mejora en tu vida. Seguramente, tu respuesta sea innovar, hacer algo distinto, de manera drástica. Eso está muy bien. La innovación es progreso, pero ¡cuidado! a menudo puede resultar un fracaso absoluto. Te pongo dos ejemplos de tu vida personal: una dieta demasiado drástica suele fallar. Querer arreglar una relación romántica con un sorpresón –un viaje a Venecia, por ejemplo- además de caro, no suele arreglar nada. La estrategia que te propongo aquí se resume en un familiar pero poderoso refrán: “Un viaje de mil millas comienza con un primer paso”. Exacto: te estoy hablando del método kaizen.
Orígenes del método kaizen
El kaizen –lograr la mejora continua mediante pequeños y consecutivos pasos– empieza durante la Segunda Guerra Mundial, después de la Gran Depresión estadounidense. La industria en general y la armamentística en particular de los EEUU necesitaba salir de la crisis en la que había caído en picado. El doctor W. Edwards Deming formaba parte de un equipo de control de calidad como soporte a la maltrecha industria americana. Este abogado formó a los directivos de las grandes empresas de modo que implicaran a todos y cada uno de los empleados para conseguir el objetivo de mejorar continuamente. Este método fue recibido primero con sorpresa y cierto escepticismo, pero sentó las bases de una nueva forma de trabajo que consiguió que la capacidad de producción americana rondara la excelencia (uno de los factores que favorecieron la victoria aliada).
Después de la guerra, Japón adopta esta filosofía de trabajo en sus empresas. Concebir a los trabajadores como un recurso de mejora y creatividad y escuchar y poner en práctica sugerencias de los empleados era algo inconcebible en Japón como antes en EEUU. La puesta en práctica de este método fue tan exitoso que Japón adoptó esa filosofía y le puso un nombre propio: kaizen (literalmente, “cambio beneficioso”).
Las 5 “S”
La cultura kaizen involucra a todos los componentes de una empresa de manera global, desde el equipo ejecutivo al peón. Pero para que éste sea exitoso se han de completar las 5 “S”. ¿Cuáles son?
- Seiri: discernir entre lo necesario y accesorio dentro de un proceso de producción.
- Seiton: organizar lo que el Seiri ha considerado necesario (maximizar tiempo).
- Seiso: la más importante: saber identificar errores y problemas para ponerles remedio.
- Seiketsu: la importancia de tener los recursos para fomentar un buen ambiente y sana competencia entre los trabajadores.
- Shitsuke: el compromiso de todos de seguir y promover el kaizen.
El método kaizen explicado por Robert Maurer
En el libro “Un pequeño paso puede cambiar tu vida” el psicólogo clínico estadounidense Robert Maurer explica cómo lograr la excelencia física, mental y emocional sin miedo y sin posibilidad de fracaso. Cómo lograr de verdad conseguir los cambios que necesitas en tu vida, desde seguir una dieta hasta escribir un libro. Nos habla de cinco herramientas imprescindibles:
Las 5 Herramientas Kaizen
Herramienta Kaizen 1
Formularnos a nosotros mismos y a los demás, preguntas sencillas. Maurer aconseja que los directivos animen a sus empleados a mejorar el funcionamiento de la empresa con preguntas concretas y que aludan a algún detalle a mejorar. Las preguntas pequeñas y positivas programan a nuestros cerebros para la creatividad, desafiando la inteligencia de manera grata. En lugar de decirte: ¿por qué estoy tan gordo?, cosa que hará añicos tu autoestima, el autor anima a anotar aquello que nos gusta de nosotros y en pensar en pequeños pasos que podemos realizar para empezar una dieta.
Herramienta Kaizen 2
Modelar nuestra mente. Esta técnica aprovecha los avances en neurociencia: la mejor manera para entrenar a nuestro cerebro es hacerlo vivir, mediante la inmersión sensorial, aquello que deseamos conseguir. Maurer explica como el entrenador del magnífico nadador olímpico Michael Phelps entrenó a su atleta para los Juegos de Pekín 2008. Le pidió a Phelps que se imaginara en el banco de salida de la carrera, sumergiéndose y haciendo giros perfectos. Phelps lo hacía acostado en su cama, después de despertarse por la mañana. En una de las finales, a Phelps le entró agua en las gafas. Pero su cerebro estaba tan entrenado que envió al atleta los mensajes precisos para que esa circunstancia no supusiera un problema: obtuvo la medalla de oro. Esta estrategia kaizen es un paso que te permite pasar por todos los obstáculos mentales que pueden detenerte.
Herramienta Kaizen 3
Pasar al terreno de la acción mediante acciones pequeñas. Un ejemplo muy sencillo: si quieres ponerte a dieta, cuando vayas a la caja del súper devuelve del carrito ese alimento hipercalórico que va a serte contraproducente. Otro: si te notas estresado, identifica como lo somatizas: ¿te cuesta respirar? Párate y respira hondo durante cinco minutos. ¿Te duelen las cervicales? Realiza ejercicios para descontracturarlas durante cinco minutos. Son pequeñas acciones que requieren pequeños esfuerzos que le permiten al cerebro crear nuevos hábitos de una manera mucho más rápida y eficaz de la que te imaginas.
Herramienta Kaizen 4
Detectar los problemas pequeños y solucionarlos antes de seguir adelante. Cuando intentas establecer un cambio en tu vida no debes menospreciar los signos de alarma. Si necesitas volver sobre tus pasos y examinar de nuevo el camino, hazlo: te ahorrarás fracasos futuros. Maurer pone un ejemplo demoledor: en los países en que la diarrea infantil provoca un alto índice de mortalidad en los niños, solo entre un 15-20% de los habitantes suele lavarse las manos antes de manipular alimentos o tocar a un bebé. Es más fácil enseñar una buena higiene de manos que curar al enfermo una vez se ha contraído la infección.
Herramienta Kaizen 5
Prestar atención a los pequeños momentos, valorar los pequeños gestos. Maurer comenta que, para que una pareja funcione, es necesario que se den pequeños detalles cotidianos y no tanto la realización de cambios drásticos. Pone ejemplos:
- Si te llama tu pareja, utiliza un tono de voz agradable, aunque estés muy atareado.
- Interesarse por los detalles de la vida cotidiana del otro: ¿te gusta el libro que estás leyendo?
- Deja del móvil si tu pareja está contigo.
- Valora los aspectos buenos de tu pareja y házselos saber.
Estas son las pautas básicas para comprender el método kaizen. Acabo el artículo con una cita de Robert Maurer que sirve de fantástico epílogo:
“Pese a que el kaizen es una poderosa fuerza para el avance profesional, perder peso o mejorar la salud, así como para otros objetivos, es algo más profundo que una simple herramienta para cruzar la línea de meta. Trata de ver el kaizen como un proceso que nunca se acaba. No lo olvides en un cajón una vez que hayas alcanzado tu objetivo. El kaizen nos invita a ver la vida como una oportunidad de mejora continua, para buscar siempre estándares más elevados y ampliar las posibilidades. ¿Qué es más importante en esta vida que aprovechar la posibilidad de cada momento?”
Robert Maurer
