No te alarmes si te haces esta pregunta. Lo primero que debes saber es que no eres un bicho raro, ni mucho menos. Seguramente, hay más personas que no saben demasiado bien hacia dónde se dirige su existencia, que los que lo tienen claro. Primera conclusión: ir algo perdido por la vida no es algo especial, aunque eso sí, seguro que quieres saber cómo definir tu camino. Voy a darte una serie de estrategias para ayudarte a que te sientas mejor y a que ahuyentes el fantasma de la inseguridad que te genera no saber qué ruta tomar y, una vez tomada, averiguar que es la correcta. Voy a ayudarte en buscar la respuesta a ¿qué puedo hacer con mi vida?
Como afrontar la pregunta: ¿Qué puedo hacer con mi vida?
Antes que nada, analízate. Si te preguntas qué puedo hacer con mi vida es que has notado que no alcanzas tu objetivo. Ante esta incertidumbre, lo más fácil es no hacer nada, deambular por la vida, de forma pasiva, no sea que vayas a peor. Si piensas esto es que el miedo ya ha entrado en tu mente, y ante el riesgo te vas empequeñeciendo cada vez más. Al mismo tiempo, a pesar de que asumes este rol negativo y te sientes perdido y confundido, te das cuenta de que has perdido la capacidad de reacción. Y cuando preguntas si algo o alguien te puede garantizar un futuro mejor, sabes que no hay ninguna garantía de que esto sea así.
¿Hay una posibilidad de cambiar la situación actual?
Por supuesto, pero está en tus manos y no en las de otras personas. Existen una serie de estrategias para invertir esta tendencia y para que te convenzas de que el rumbo de tu vida lo decides tú, y si no te gusta, intentar cambiarlo.
Estrategias para descubrir qué hacer con tu vida
Las estrategias son enfoques que seguro te ayidarán a lograr un cambio de dinámica, pero no olvides que la última palabra la tienes tú para conseguir la deseada transformación de tu vida.
1. Piensa en lo que quieres apartar de tu vida
Te pongo diversos ejemplos clásicos: fumar, vida sedentaria, sufrir estrecheces económicas… Si te mantienes en tu zona de confort, estos hábitos u obligaciones, que sabes que no te convienen, siguen marcando tu ritmo de vida y, sobre todo, tu seguridad. El mensaje se repite en tu mente como un mantra: “Es mejor seguir igual; no cambiarno tiene que ser malo”. Entierra falsas creencias y certezas que no lo son. Es decir, reflexiona.
2. Define el estilo de vida que te gustaría
¿Ya has reflexionado? Eso espero y con ello, que surjan las primeras ganas de cambiar tu vida. Claro que con esto no hay suficiente, para ello debes moverte y avanzar. Es el momento de que tengas claro cómo quieres que sea y hallar la motivación necesaria para andar cada día en esa dirección.
3. Concreta qué es lo realmente importante para ti
Cuando hayas puesto hilo y aguja sobre la necesidad de un cambio en tu vida y que sepas el rumbo, llega el momento de concretar, es decir, de priorizar qué cosas son las que realmente formarán parte de tu nueva mochila. No hace falta que lo definas todo, ni mucho menos, sólo lo más importante, aquello que forma parte indisoluble del cambio. Pongamos algunos ejemplos: dónde vivirías, con quién, qué tipo de trabajo crees que es el que más te gustaría, a qué dedicarías tu tiempo libre… ¡Toma papel y lápiz y a haz los deberes! Y no olvides que a la hora de perfilar tu elección lo realmente importante es que en tus deseos debes saber equilibrar las áreas clave de tu vida: familia, amigos, trabajo, ocio… Si lo centras todo en un aspecto, te saldrá el tiro por la culata.
4. Evalúa tus opciones y explóralas. Observa tu lista
Seguro que la has elaborado detenidamente y tras una larga reflexión. Son buenos planteamientos, pero todavía están sobre el papel. Examínalos con suma atención, modifícalos si lo crees necesario o cámbialos si lo crees conveniente. Todavía no has empezado a andar, por lo que es el momento de las anotaciones y los borrones. Dale sentido a tus peticiones para que sean realizables.
5. Sueña tus aspiraciones
Cierra los ojos y hazte la siguiente pregunta: “¿Dónde me gustaría estar dentro de cinco años?”. Piensa y mucho antes de responderte con algún tópico del estilo “en una isla caribeña sin dar palo al agua” o “con 10 millones de euros en el banco”. Es posible que sea tu sueño, pero lamentamos decirte que no debemos confundir las fantasías con las aspiraciones, y estamos aquí para estas últimas. “Me gustaría ya haber tenido un hijo” o “Desearía un trabajo estable y bien remunerado” son dos aspiraciones más factibles. Ahora, elige las tuyas y piensa qué pasos debes seguir para alcanzarlas.
6. ¡Deja de perder el tiempo!
Te anuncio que las redes sociales o la televisión no van a darte las respuestas que necesitas, así que no pierdas demasiado el tiempo con ellas. Es mucho mejor que te dediques a identificar y ordenar tus valores en el camino hacia una vida sin altibajos, que no quiere decir aburrida, todo lo contrario. Debes disfrutar de todo lo que hagas desde la perspectiva de tener una gran estabilidad psicológica y emocional. Gestiona tu familia, tus amigos, tus momentos de ocio, tu trabajo… descubrirás que hay tiempo para todo, si te ordenas, claro está.
7. Si te conviene, busca a las musas
No todos somos iguales, por lo que la inspiración no llega de la misma manera a todos, al igual que la creatividad. Estás de acuerdo con todo lo que te hemos explicado hasta ahora, pero sientes que te falta algo, una chispa, para llevarlo a cabo. No desfallezcas por ello, es el momento de fijarse en los otros, seguro que en todos ellos ves valores y maneras de proceder y actuar que te gustaría tener. Copia lo que te plazca y adáptalo a tu perfil, moldeándolo a tu personalidad y carácter.
8.- Trabaja a destajo para descubrir lo que te llena en la vida
Si antes eras una persona que transitaba por la vida como una alma en pena, que quería cambiar aunque no sabía cómo hacerlo, ahora ya tienes un camino trazado. Te he facilitado una serie de consejos -algunos más fáciles que otros, lo sé- pero todos factibles. Tal vez habrás llegado a la conclusión de que si estas estrategias las hubieras conocido antes, tu vida habría cambiado en una edad más temprana. ESO NO IMPORTA, ahora es el minuto cero. Esta última estrategia es la más importante y resume todas la demás: concéntrate para descubrir lo que te llena y te hace sentir bien, y aparta lo que te impide crecer. Así, descubrirás qué has venido a hacer a esta vida.
Ya me explicarás… 😉