El estrés. Sólo de oír esta palabra ya nos ponemos nerviosos, nos aceleramos y esta ansiedad nos impide rendir en nuestra cotidianidad, sea personal o laboral. Aunque a veces creas que nos conviene la actividad, cuando pierdes el control sobre ella y entras en una dinámica frenética –¡a todos nos ha pasado!– empiezan los problemas porque llega un momento que no podemos gestionar las emociones. Para ello te voy a dar –y te aviso, son poco habituales– diez trucos para combatir el estrés.
Combatir el estrés antes de que sea demasiado tarde
Independientemente de si la presión te la pones tú (por ejemplo, para aprobar los exámenes) o es externa (por ejemplo, en el trabajo), sabes que la manera de combatir este estado es rebajando la carga y adecuarla al estado óptimo de tu capacidad de rendimiento. Se dice que las personas, cuando están presionadas, rinden más y puede que sea cierto… hasta que explotan y entonces ya no pueden dar de sí. Recuerda que los estados de estrés, si no se consiguen manejar bien, pueden transformarse en cuadros de depresión y entonces tu problema ya no será de rendimiento, sino mucho más grave, hasta el punto de que a partir de aquel momento puede condicionar muy negativamente tu vida.
Combatir el estrés, grandes soluciones
Pedir ayuda a profesionales, rebajar el volumen de problemas o coger unas vacaciones suelen ser tres tipos de terapias que suelen funcionar bien y que no dejan de tener su propia lógica: te alejan de las situaciones que están a punto de colapsarte o que ya lo han conseguido. Hoy, sin embargo, más que grandes soluciones, lo que te presento son cambios pequeños. Tal vez te parezcan ínfimos y obvios, pero si los pruebas te funcionarán. Es aquello de que en los pequeños gestos se ponen los pilares para los grandes cambios.
10 consejos que seguro que puedes acometer para combatir el estrés.
1. Pasear
Este consejo seguramente ya lo sabías y es uno de los que nunca fallan. En realidad, pasear no es más que una de las maneras más fáciles de hacer un descanso y de romper la rutina de trabajo o de estudio. No lo entiendas como una pérdida de tiempo: después de andar un poco te podrás volver a concentrar con más facilidad que antes y, por tanto, tu rendimiento será mucho mejor. La opción de ir en bicicleta, sin forzar, también sirve. ¡Libera endorfinas!
2. Masajearse las manos
Si quieres hacerlo bien, requiere algo más de habilidad. Consiste en buscar un punto en la palma de tu mano, en concreto, el espacio que une tus dedos índice y pulgar. Este punto en cuestión, que en el ámbito de la acupuntura se conoce como hoku, al presionarse puede llevar parte del cuerpo a un estado de relajación.
3. Cuidar a una planta / abrazar a tu mascota
Ambas cosas son realmente relajantes porque nos ayudan a cambiar nuestro punto de concentración. Puedes elegir entre una de las dos cosas, pero si quieres seguir mi consejo, practica ambas opciones, son igual de placenteras y desestresantes. En el caso de la planta, genera una sensación de positivismo por lo que si en lugar de una puedes tener más o tienes la opción de cuidar un jardín, no desaproveches esta oportunidad.
4. Hacer labores de casa.
“¡Anda!” –pensarás– “¿cómo puede ayudar a desestresar el hecho de planchar, cocinar, limpiar, lavar…?” Pues funciona porque, de entrada, significa alterar tu ritmo de trabajo y estudio. Se trata de actividades que requieren menos esfuerzo mental que concentrarse horas y horas en algo concreto, ayudan a relajar tu mente y, al mismo tiempo, dejas tu casa en mejores condiciones que las que estaba, una circunstancia que siempre es bienvenida.
5. Reírse
Otro mecanismo que no falla nunca, su éxito está garantizado. Elige un programa de televisión divertido para partirte a carcajadas o, si quieres, todavía mejor, busca un amigo que sepa reir y reírte contigo. La risa rebaja los niveles de cortisol y libera endorfinas, o lo que es lo mismo, reduces tu grado de estrés.
6. Inflar un globo, o dos, o tres… para combatir el estrés
Tal vez te dé pereza, pero si pones a pruebas tus pulmones, te estarás obligando a respirar profundo. Este es uno de los trucos clave para oxigenar tu cerebro y bajar los niveles de presión en tu cuerpo. O dicho de otra manera, estarás en pleno proceso de relajación.
7. Recortar trozos de papel
Las tijeras, además de para cortar, tienen un punto relajante. Tenlas siempre a mano, igual que un trozo de papel o un periódico viejo, y cuando te apetezca, las coges y cortas trozos a tu aire, haciendo formas o no, recortando noticias o no, lo que vale es que te distraigas y rompas un rato la concentración.
8. Beber un zumo de naranja o de limón
La vitamina C es un antiestresante muy efectivo, por lo que un par de zumos al día pueden venirte de perlas. Además, ahora hay limones y naranjas casi todo el año, por lo que no tienes excusa.
9. Jugar con el plástico de burbujas
¡No te rías! Sí, sí, aquel que viene como embalaje. No cometas el error de tirarlo cuando saques los productos de su interior, porque algún día te hará falta, y no para enviar un paquete, sino como herramienta para reducir el estrés. Dicen que un minuto rompiendo burbujas es tan efectivo como treinta minutos de spa. En todo caso, es mucho más cómodo y temporalmente más asumible.
10. Cerrar los ojos…
Tus párpados necesitan un descanso, también están estresados. Ciérralos y respira hondo, sólo durante un par de minutos como máximo. Cuando los vuelvas a abrir notarás que estás como en otro lugar, eso significa que te has relajado.