Persona Autodidacta: ¿Cómo convertirte en ella?

El conocimiento, la capacidad de aprender, es una de las mayores satisfacciones que podemos disfrutar en nuestras vidas. Sin embargo, alcanzar el objetivo no siempre es fácil. Cuando éramos pequeños, teníamos la escuela, con formación reglada y el apoyo de los maestros y profesores, que luego continuaban si íbamos a la universidad, pero al hacernos mayores nuestras vidas se complican y la gestión del tiempo se convierte demasiado a menudo en un rompecabezas difícil de ajustar y de resolver si no queremos renunciar a nuestras aspiraciones. Una de las opciones que más se adapta a nuestros gustos es poder seguir aprendiendo de por nosotros mismos, pero ir por la senda de este camino no está al alcance de todos. Por eso, en esta entrada te damos las claves para convertirte en una persona autodidacta.

¿Cómo ser una persona autodidacta?

Parece fácil, pero exige una serie de requisitos en forma de recomendaciones para que descubramos que somos capaces de lograr nuestros hitos por nosotros mismos, sin acudir a ningún tipo de ayuda. No te garantizamos que seas cien por cien una persona autodidacta, ni siquiera creemos que sea bueno para ti. Sí que te facilitaremos una serie de consejos imprescindibles para saber aprender de tu propia experiencia y aplicarla en tu vida. El camino -ya te avisamos- no está repleto de rosas. Depender poco de lo externo y confiar en nuestra voz interior durante el proceso de aprendizaje tiene un precio elevado. Pero te aseguramos que el resultado valdrá la pena.

Consejos básicos

  • Aprender de los errores. Nadie es perfecto, por lo que por mucho que nos fijemos en alguien y queramos ser como él, no podremos porque, además, todos somos distintos. Cuando te enfrascas en un proceso de aprendizaje descubres que puedes equivocarte y aprender de tus propios fallos para progresar. En todo caso, nunca debes interpretar tus errores como un síntoma de debilidad ni de frustración, sino como una oportunidad de reflexionar sobre lo que te ha pasado para, a partir de allí, mejorar. Lo que sí que debes aprender es a no repetir los mismos errores.
  • Sin miedo. Nadie nace enseñado, pero demasiadas son las personas que creen que lo desconocido puede ser dañino. No vamos a negar que el aprendizaje es también un campo sembrado de minas en forma de temores, una circunstancia que nos puede complicar y alejar de nuestros objetivos, pero los miedosos no son los que hacen avanzar el mundo, y los autodidactas deben ser valientes aunque a veces sea imposible dejar de dudar. La vista siempre al frente y nunca mirando al suelo.
Persona sin miedo
  • Toma de contacto y selección de las fuentes de información. Ser una persona autodidacta significa también aprender a separar el grano de la paja. Debemos tener una primera toma de contacto con lo que nos interesa y empezar a documentarnos sin prisa pero sin pausa. Este paso es fundamental para luego hacer una criba de las fuentes de información a las que acudimos: debemos aplicar nuestro criterio y buen juicio para coger lo que realmente nos interesa y descartar todo aquello que pueda ser trivial.
  • Motivación y Disciplina. Algo muy fácil de entender en teoría, pero demasiado a menudo complicado a la hora de la verdad. Para ello, hay que fijar horarios y mecanismos de trabajo, (gestión del tiempo: existen diversos métodos) y ser conscientes de que solo trabajando con una metodología seremos capaces de alcanzar aquello que deseamos. La improvisación es la antesala de la desorganización y la desidia. O nos ponemos estrictos con nosotros mismos o el fracaso está garantizado.
Persona autodidacta motivada
  • Esfuerzo. Atributo compañero de la disciplina, con el que siempre va de la mano. Fijemos nuestro sistema de trabajo y, a partir de aquel punto, avancemos con energías siempre renovadas. No se podrán evitar aquellos momentos de bajón, de querer tirarlo todo por la borda, pero entonces es cuando debe aparecer nuestra fuerza y convicción para seguir adelante.
Persona autodidacta esforzándose
  • Medir el avance. Debemos buscar sistemas de medición para saber si estamos avanzando en línea recta y no en círculos. Nuestros progresos debemos verlos y descubrirlos nosotros, analizarlos y seguir en el camino que más nos convenga. Es como una especie de autoevaluación, un mecanismo para recalcular nuestro aprendizaje y regular la velocidad: saber si hay que ir más rápido, más lento o si vamos en el ritmo correcto.
Medición de una tarea
  • Compartir lo aprendido. Fundamental. Nuestro entusiasmo y esfuerzo no puede ser un valor intrínseco y cerrado en nosotros mismos. Nuestro entorno, familia y amigos, deben conocer que estamos inmersos en un trabajo laborioso, complicado y de una alta autorresponsabilidad. Seguro que en ellos encontraremos un feedback en forma de apoyo y de consejos, que nos será muy útil en un futuro inmediato.
Enseñando habilidad autodidacta
  • Definir el formato y el lugar de estudio. Tal vez sea un aspecto que en un principio no nos parezca especialmente importante, pero sin ningún tipo de duda será clave a la hora de definir nuestro aprendizaje. Por eso, debemos averiguar cuál es la manera de aprender que mejor se adapta a nuestras necesidades: no debemos olvidar que todos tenemos un talento y una manera de hacer las cosas diferente. La elección acertada de nuestro espacio para trabajar en nuestro aprendizaje no es menos importante. Aprende en silencio, con música o con la televisión de fondo… todos los sistemas son válidos, pero hay uno que se adapta mejor a tus necesidades. Encuéntralo y no te separes de él en ningún momento.
Mujer en una habitación de estudio para su formación autodidacta
  • La práctica hace al maestro. Debemos poner a prueba nuestros conocimientos y seguro que nos daremos cuenta de nuestros avances. En ese momento descubriremos que estamos ya más cerca de nuestros ansiados objetivos.
Autodidacta aprendiendo

Todos tenemos un autodidacta dentro, queremos ser autosuficientes, pero para lograrlo hay que aplicar una metodología y unos criterios sobre los que trabajar. ¡Esperamos que estos consejos os ayuden a definir vuestro proyecto de aprendizaje! Y para acabar, recuerda que, aunque te apoyes en mayor o menor grado en alguna formación reglada, cuanta más dosis de autodidacta tengas en tu metodología (querer saber más) mejor será el resultado de tu avance.

Por eso te recordamos una frase de un famoso científico y escritor que, de tan sencilla, lo explica todo:

“Ser autodidacta es, estoy convencido, el único tipo de educación que existe”.

Isaac Asimov

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