Seguro que todavía recuerdas cuando ibas a clase y que los compañeros y compañeras que más prestaban atención a las explicaciones de los docentes solían ser las que, al final, lograban las mejores notas en los exámenes. Sabrás que esta relación no era casualidad, sino causalidad. El interés por los contenidos solía y suele reflejarse positivamente. También recordarás que había otros compañeros que no prestaban atención, sea por un déficit o un exceso de hiperactividad, o porque lo que se explicaba no despertaba aquella curiosidad por saber más. El secreto, como ya sabes, es saber cómo mejorar la atención.
Mejorar la atención: un valor añadido
Podríamos pensar que las personas que son capaces de prestar atención a todo lo que le rodea tienen una mayor facilidad de prosperar en la vida, y no te lo negaremos porque no deja de ser lógico: si tu mente está enfocada y atenta es más fácil alcanzar tus objetivos. También existen otros factores que también inciden en el grado de atención, como son el cansancio, la ansiedad o el estrés, que se convierten en factores que merman nuestra capacidad para atender a los estímulos.
Lo cierto es que saber prestar atención es un valor añadido y no sabemos si tú lo posees, lo que sí que podemos decirte es que, si no es así, aquí te dejamos cinco maneras de mejorar la atención. Fíjate y descubrirás que son consejos que si te los aplicas, tu nivel de atención se te ajustará como anillo al dedo.
5 maneras de mejorar la atención
1.- Hábitos que mejoran tu salud
Disfrutar de una buena salud redunda positivamente en todos los aspectos de la vida y a la hora de prestar atención son necesarios una serie de hábitos que van a contribuir a ser más proactivo ante los estímulos. Por ello, en primer lugar, debes practicar ejercicio físico de manera regular; no hace falta que te desgañites en el gimnasio ni que corras una maratón, lo importante es mantener un ritmo sostenido y diario, sin altibajos, porque lo que te podemos garantizar sin margen de error es que el ejercicio es uno de los enemigos más poderosos del estrés. En segundo lugar, duerme bien; la calidad del sueño es fundamental para múltiples facetas cotidianas. Piensa que si has dormido poco tiempo o las horas que has estado en la cama no has descansado, el día se te va a hacer muy largo y uno de los aspectos que más rápido vas a comprobar que se resiente es tu capacidad de atención. La higiene del sueño es un valor de una importancia capital, ya desde niños. Mención a parte es la práctica de la meditación, una gran aliada para mejorar la atención y el bienestar interior.
2.- Cambia de tarea
La monotonía es otro de los factores que más contribuyan a rebajar el grado de atención. Siempre que puedas, busca una alternativa que te permita alterar el -a menudo- ritmo de trabajo monocorde porque suele conllevar la aparición del aburrimiento y, a través de él, la caída de los estímulos que te provocan emociones y que garantizan aquella atención tan buscada para mejorar el rendimiento en tu trabajo.
3.- Programa tu atención
Este concepto puede que te suene raro porque en un primer momento se parece al anterior. Sin embargo, lo que se pretende es que estés centrado en una tarea, lo que te permitirá descubrir que no realizar varias al mismo tiempo es un planteamiento ideal para mejorar el rendimiento. La multitarea no es una buena idea, créeme. Hazte un cronograma para calcular cuánto tiempo invertirás en cada una de las labores programadas y aunque te pasará que no siempre cumples con los plazos previstos, te aconsejamos que no comiences la siguiente tarea sin haber finalizado la actual. Si aplicas este mecanismo de trabajo, tu atención mejorará de una forma más que ostensible.
4.- Elimina distracciones
Quien más o quien menos tiene tendencia a distraerse, otro de los elementos capitales a la hora de rebajar nuestros índices de atención. Hay quien se dispersa con el ruido de una mosca y hay quien mira continuamente el reloj o sólo piensa en comer algún chicle o caramelo para calmar su ansiedad. Todos ellos están perdiendo grado de atención y lo preocupante es que es muy probable que ni se den cuenta de esta circunstancia. Entendemos que no se puede estar concentrado las 24 horas del día, por ello, para intentar evitar esta caída de atención, programa algunas pausas en las que realices descansos de forma periódica. No te acribilles a trabajar porque llegará un momento en el que tu rendimiento descenderá de una forma acuciante y tu nivel de atención se desmoronará. La mayoría de los expertos recomiendan un par de pausas de 15 minutos durante la jornada laboral. Evidentemente, en estos descansos te dejamos que te distraigas todo lo que necesites y más.
5.- Entrena tus capacidades cognitivas
El aprendizaje lo es todo y todo se puede aprender, por lo que no debe extrañarte que está en tus manos la posibilidad de trabajar la atención. ¿Cómo? Muy sencillo. La atención es una función cognitiva, la puedes entrenar mediante ejercicios específicos y a la vez muy simples, como la de encontrar las diferencias entre dos imágenes (ejercicio que encontrarás en la página de pasatiempos de tu periódico), leer cifras numéricas e intentar decirlas en el orden inverso, localizar una letra determinada entre muchas letras o intentar atender a dos estímulos auditivos a la vez, son todos ellos ejercicios que estimularán tu atención. Y no sólo eso, piensa que este tipo de actividades se emplean en la prevención del deterioro cognitivo a medida que nos hacemos mayores, lo que les convierte en un factor que puede ser clave para protegernos de padecer las temidas demencias. Nuestro músculo más importante es el cerebro y hay que vigorizarlo en todas las etapas de nuestra vida.
Mejorar la atención: ¿sabías que…?
- La revista científica Respirology publicó un estudio que se había llevado a cabo en adultos que sufrían la enfermedad de la apnea del sueño. Puso de manifiesto que, el grupo que la padecía, mostraba un inequívoco déficit en la atención sostenida, hallando, incluso, errores en la memoria a largo plazo, tanto visual como verbal.