Tal vez sea éste un concepto que no hayas escuchado mucho, pero te garantizamos que si has empezado a sacarle provecho te empezarás a dar cuenta de que debe ser una de las prioridades de tu vida. ¿Pero qué es realmente la flexibilidad mental? Se considera como la llave de la inteligencia, una manera de afrontar mejor los problemas del día a día sabiendo leer en todo momento qué sucede a nuestro alrededor y cuál debe ser nuestra respuesta acertada. Gracias a esta más que relevante competencia mental, reaccionamos mejor ante la dificultad y la incertidumbre, impulsando incluso nuestra resiliencia, otro de los conceptos básicos en nuestro crecimiento como personas. Por todo ello hoy quiero hablarte de la flexibilidad mental.
La flexibilidad mental puede entrenarse
Pero como no todos somos iguales, esta facultad de saberse poner en el lugar del otro, de ver las cosas con perspectiva real y, en una palabra, este valor camaleónico de adaptarse con más facilidad a este entorno cambiante, no es el mismo. Hay personas a las que casi les sale de una forma natural, forma parte de su ADN, pero esta adaptabilidad hay quien la quiere poseer y no la tiene de manera innata, por lo que hay trabajarla.
Aquí vienen unos consejos básicos –y sencillos, ya lo verás– en forma de estrategia para que vayas conformando y encajando tu estilo de flexibilidad cognitiva:
Consejos para aumentar la flexibilidad mental
Avánzate a lo que va a suceder, ve un paso por delante
No te duermas, todo lo contrario, conviértete en una persona que destaque por su intencionalidad y proactividad: reflexiona, piensa, actúa en consecuencia y reacciona ante lo previsto y lo imprevisto. No podemos prevenir ni anticipar el futuro, pero sí que podemos estar preparados y con los ojos bien abiertos para encontrar la respuesta idónea ante cualquier eventualidad difícil de prever, sobre todo cuando se trata de adversidades. Recuerda el dicho “persona prevenida vale por dos” y apréndetelo porque te va hacer falta durante un recorrido vital lleno de sorpresas y sobresaltos.
Haz ejercicio, mantente lo más activo que puedas
Existen pocas cosas mejoras que practicar ejercicio, una actividad que comprobarás que siempre es positiva en todos los aspectos de la vida. En el caso que nos ocupa, debes saber que el cerebro necesita un cuerpo en movimiento para oxigenarse y beneficiarse de elementos como la serotonina o las endorfinas. No olvides que todo suma y tu buena forma física es clave no sólo en este, sino en todos los aspectos de tu vida cotidiana.
Reflexiona sobre tus pensamientos y elige el camino acertado para resolver tus problemas
Demasiado a menudo tenemos aquella tendencia natural a mantenernos firmes ante una idea ya formada sobre problemas que nos acucian. Parece que le damos vueltas y vueltas al asunto, pero siempre vamos a parar a la misma casilla y no encontramos la tan ansiada solución a un problema que ya se ha enquistado. Empieza de cero e intenta darle un nuevo enfoque partiendo de la base de la creatividad y huyendo de los planteamientos aprioristas. Gira la llave de tu cerebro e intenta ver la situación desde otro prisma teniendo en cuenta tu pensamiento crítico y sabiendo que nunca hay una única opción.
Flexibilidad mental: Haz de cada día un día diferente
Existe una tendencia natural en todas las personas de buscar su zona de confort y no moverse de ella. No te engañaremos, es la más fácil y cómoda, y aunque tal vez no sea lo que más te motive en la vida, parece que si transitamos por ella de puntillas, existe la creencia de que todo nos irá mejor. Pero si realmente lo que quieres es liderar tu vida y decidir que eres tú quien quiere escribir el relato, lo que debes hacer es todo lo contrario y erradicar de tu cotidianidad todo aquello que sea prescindible. Intenta romper la rutina todo lo que puedas y busca motivaciones externas que mantengan tu curiosidad por el conocimiento: aprender idiomas, formar parte de un grupo de lectura, practicar yoga…
Porque como dice el psicólogo y especialista en terapia cognitiva Walter Riso, “si decides ser flexible, te quitarás un enorme peso de encima al ver que nada está predeterminado y que puedes ser el último juez de tu propia conducta”.
Flexibilidad mental: Sabías que…?
- Potenciar la flexibilidad mental nos va a ser útil en todos los momentos de la vida, empezando por nuestra más tierna infancia. Así, investigaciones recientes han demostrado de una forma más que fehaciente los beneficios de entrenar la flexibilidad cognitiva, en niños con autismo. En este sentido, después de entrenar esta facultad, los niños mostraron no solo un mejor desempeño en las tareas cognitivas, sino también una mejor interacción social y comunicación.
- Y continuando con los niños, esta flexibilidad cognitiva también se ha constatado como una herramienta que desemboca en una mejor capacidad de lectura y un mejor rendimiento escolar en general. Si tienes hijos, ya sabes que tienes que hacer: estimular su flexibilidad mental para enriquecerles en todos los aspectos, porque es una evidencia que las ganancias que os reportarán son a todas luces incalculables.
