Nuestro planeta ha cambiado y nuestra manera de entenderlo y de comprender nuestros valores, también. La pandemia se estudiará en los libros de texto como un momento clave en la evolución de nuestras vidas, provocando un colapso a nivel mundial sin excepciones hasta el punto de quién sabe si sus efectos devastadores nos harán hablar de que ha empezado una nueva época o si la concepción geopolítica de mundo se transformará igual que tras la Segunda Guerra Mundial. De esto, y de otros muchos aspectos, nos habla Fareed Zakaria en su libro Diez lecciones para el mundo de la postpandemia.
El mundo que nos espera
Adivinar qué Tierra nos quedará todavía es muy temprano saberlo. Muy osados seríamos si jugáramos a vaticinar el futuro. Sin embargo, hay algunas enseñanzas que ya podemos extraer, como ya hecho Zakaria, cuya libro –todo un bestseller de The New York Times– nos invita a reflexionar y nos ayuda a reubicarnos tras esta catástrofe que, por cierto, aún no ha llegado a su fin.
Zakaria, escritor y periodista indo-estadounidense especializado en temas de relaciones internacionales, desgrana en Diez Lecciones para el Mundo de la Postpandemia lo que ha supuesto el Covid y su afectación real:
Lección 1: Abróchense los cinturones. Primer punto de las Diez Lecciones Para El Mundo De La Postpandemia
Nuestras sociedades han crecido en los últimos años a un ritmo vertiginoso. Sin embargo, han quedado aspectos a los que se ha dado un valor secundario –como es la sanidad– y ahora hemos visto las consecuencias. Ibamos en un bólido de carreras sin cinturón de seguridad y, lógicamente, a las primeras de cambio nos hemos pegado un buen morrazo. Os dejamos una idea textual del autor que aclarará esta reflexión: no se puede derrotar una enfermedad global solo con respuestas locales.
Lección 2: No importa cuánto estado, sino su calidad
Países grandes y pequeños han sufrido las consecuencias de la onda expansiva del virus y se hace difícil qué política ha sido la buena por no decir que prácticamente ninguna. Algunos consiguieron detener la avalancha en un primer momento; otros sucumbieron a la segunda o a la tercera oleada. Los países democráticos han pinchado, pero los autoritarios, a pesar de contar con manos de hierro, han pinchado de una manera estrepitosa –empezando por China, primera economía mundial y presunta cuna del virus– y continuando por Brasil y Turquía, por poner dos ejemplos más. En Diez Lecciones para el Mundo el cambio de paradigma en Estados Unidos con la caída del negacionista Trump ha evitado una mayor mortandad. La calidad de los gobiernos es la que ha marcado las diferencias.
Lección 3: Los mercados no bastan
Debemos admitir que los gobiernos tienen un papel importante en la regulación de los mercados y, desde ellos, deben ayudar más al colectivo de los trabajadores que al capital, por lo que urge que los estados dediquen más recursos e inversiones en ciencia y tecnología. Hemos comprobado en nuestra propia piel que a pesar de la fuerza de dichos mercados, necesitaban de apoyos (gubernamentales) ante la situación de máximo estrés generada por la pandemia. Los mercados parecen dioses, pero no lo son.
Lección 4: La gente debería escuchar a los expertos… y los expertos deberían escuchar a la gente
Poca cosa más se puede añadir a este titular tan claro como elocuente. La autoridad de los que saben ha sido cuestionada por políticos y gobernantes (volvemos a los negacionistas o a los que preferían salvar la economía aunque muriéramos todos), y después se ha visto que si se les hubiera escuchado, otro gallo nos habría cantado, aunque también es cierto que dichos expertos deben salir más a menudo de su burbuja y que se les aísla del mundo: la opinión del pueblo llano también debe tenerse en cuenta.
Lección 5: La vida es digital
El mundo está conectado, pero se ha visto que las actitudes humanas aún no. A mucha gente le ha costado adaptarse a las nuevas costumbres: reuniones on line, encargar la comida para disfutarla en casa… sin embargo, la tecnología sí que ha estado a la altura dando soluciones a todos los problemas generados por la pandemia y dejando casi enterrado de forma definitiva el mundo analógico de antaño.
Lección 6: Aristóteles tenía razón: somos animales sociales
El teletrabajo, que hasta ahora tenía un aspecto residual, es decir, se intuía que era el futuro pero parecía que nunca tenía que llegar, de un día para el otro se ha comido una buena parte del pastel. Muchos trabajos ya no volverán a exigir nuestra presencia física, se ha visto que trabajar desde casa no es una quimera e, incluso, en algunos casos, se ha evidenciado una mayor eficiencia y un tiempo de dedicación que superaba la jornada laboral. Hubo quien cambió de residencia, pero aunque no se vieran en el trabajo físicamente, todos continuaron conectados porque aquella, como ya decía Aristóteles, era una necesidad ineludible.
Lección 7: La desigualdad irá a peor. Una de las peores predicciones de Diez Lecciones para el Mundo de la Postpandemia
En nuestra retina nos quedan imágenes de famosos que han muerto por culpa del virus, pero la cruel realidad es que, como siempre, los más perjudicados han sido las personas con menos recursos. Es cierto que en las últimas décadas los límites de pobreza han descendido, pero los efectos económicos del Covid 19 ya auguran un aumento de las desigualdades. Los estados se tendrán que esforzar por mitigar sus efectos.
Lección 8: La globalización no ha muerto
Los antiglobalización han aprovechado esta crisis mundial para anunciar que este mundo global ha muerto y que ahora ha llegado el momento de retornar a la proximidad y a los valores sostenibles. Los argumentos se aguantan, pero que no engañen porque esta economía global y entrelazada continuará estando bien presente porque ha llegado para quedarse. Y en Diez lecciones para el mundo de la postpandemia lo deja claro. Nos guste o no.
Lección 9: El mundo se está bipolarizando
Las dos grandes economías del mundo seguirán con su particular pugna por la hegemonía. Pero no conviene que gane China ni Estados Unidos, la competencia es inevitable y necesitamos que perdure; si gana uno de los dos, impondrá su idiosincrasia y sus políticas económicas al resto de los mortales. Dejará de haber bandos y posturas, incluso las neutrales ¿Alguien quiere verse en este berenjenal?
Lección 10: A veces, los idealistas son los mayores realistas
Como continuación de la lección anterior, un mundo bipolar también puede evolucionar y convertirse a la vez en multilateral, lo que permitiría que más países tuvieran voz, y todo lo que sea más democracia redundará en un mundo más estable y próspero para todos.
Diez lecciones para el mundo de la postpandemia: Conclusión
Debemos aceptar que todo está cambiando a pasos agigantados y nuestras prioridades pueden verse sustituidas por otras. En esta desorientación sobre hacia donde vamos, el autor asegura que el legado de la pandemia será la conectividad y que estamos abocados hacia una economía global digital, que se verá acelerada por la carrera para extender la tecnología 5G lo más rápido posible para fomentar dicha economía digital mundial.
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